Volcanes de Colombia
REACTIVACIÓN: VOLCÁN GALERAS
Galeras es un estratovolcán ubicado sobre la convergencia de las
Cordilleras Central y Occidental en el llamado Nudo de Los Pastos. Es
Uno de los volcanes de mayor actividad en Colombia y el que cuenta con mayores reportes históricos. A menos de 5 km del cráter se encuentra
El poblado más cercano y a 9 km del volcán se ubica la ciudad de Pasto,
La cual tiene una población de 381.712 habitantes. En total, más de
420.000 personas distribuidas en una (1) ciudad, tres (3) corregimientos
y veintiséis (26) municipios viven dentro de la zona de influencia del
Volcán. Galeras reveló su reactivación a inicios de 1988 y en abril del
Presente año (2005) los funcionarios del INGEOMINAS5 observaron los
Primeros cambios en el cono, su situación alcanzó un nivel 26 que indica
Probabilidad de erupción en términos de días o semanas y en este nivel
Permaneció por casi un mes (abril-mayo); actualmente la situación se
Encuentra en un nivel tres.
La actividad volcánica entre 1950 y 1989 produjo incendios forestales,
daño mayores reportes históricos. A menos de 5 km del cráter se encuentra
el poblado más cercano y a 9 km del volcán se ubica la ciudad de Pasto,
la cual tiene una población de 381.712 habitantes. En total, más de
420.000 personas distribuidas en una (1) ciudad, tres (3) corregimientos
y veintiséis (26) municipios viven dentro de la zona de influencia del
Volcán. Galeras reveló su reactivación a inicios de 1988 y en abril del
presente año (2005) los funcionarios del INGEOMINAS5 observaron los
primeros cambios en el cono, su situación alcanzó un nivel 26 que indica
probabilidad de erupción en términos de días o semanas y en este nivel
permaneció por casi un mes (abril-mayo); actualmente la situación se
encuentra en un nivel tres.
La actividad volcánica entre 1950 y 1989 produjo incendios forestales,
daños en sementeras, oscurecimiento, caída de cenizas sobre la ciudad
de Pasto y otras localidades, así como asombro de la población. En el
año de 1973 se presenta una erupción explosiva en la cual casi perecen
dos agentes de la policía y la destrucción de las instalaciones que la
Policía Nacional tenía ubicada en esa área.
En febrero de 1989, El volcán Galeras emana rápidamente gases y
cenizas; sin embargo, en este caso el daño más grande fue realizado por
la información escandalosa e ignorante de los medios de comunicación
unido al lenguaje oscuro de los vulcanólogos, lo que contribuyó a
aumentar el grado de incertidumbre y tensión. En esta ocasión se
provocó una desbandada de personas hacia otras ciudades y un fuerte
golpe a la economía regional debido a que dinero y documentos de valor
son enviados a otros lugares del país, se cierran las líneas de crédito y el
comercio en general entra en un estado de crisis,7 situación que se repite
desde siempre cada vez que el volcán se reactiva.
El evento que cobraría por primera vez la vida de personas, ocurriría
durante la realización del Taller Internacional Vulcanológico que se
llevaba a cabo en la ciudad de Pasto y que incluía el ascenso al cráter
del volcán. Este ascenso se realizó el jueves 14 de enero de 1993 y a
las 13:45 se produce una erupción constituida por cenizas y vapor de
agua, en la que desafortunadamente mueren tres (3) integrantes de la
comisión de estudios vulcanológicos y son heridos otros seis (6) quienes
recibieron directamente el primer impacto.
En este caso, como es un evento que aún no ha ocurrido las únicas
pérdidas directas son aquellas mencionadas en los antecedentes, pero
irónicamente sí puedo hablar de pérdidas indirectas, en razón a que cada
vez que el volcán Galeras se reactiva, la ciudad de Pasto deja de percibir
ingresos provenientes de la industria turística, su suelo se desvaloriza y
se pierden competitividad frente a otras ciudades como zona de
inversión. Este efecto no es representativo en la economía nacional, al
ser Pasto una ciudad pequeña comparada con otras ciudades capitales
de departamento, como Medellín, Barranquilla, Cali o la misma Bogotá
D.C quienes concentran el 56% del PIB8. No obstante, un evento
catastrófico en la ciudad de Pasto si podría ser traumático para la
economía de la región al actuar esta ciudad como centro comercial y
distribuidor de mercancías entre el Valle de Anca y Ecuador a través de
la carretera Panamericana e importante destino turístico por la belleza de
los valles que la circundan y el estilo colonial de su arquitectura.
Usualmente, la presencia del gobierno a través de los Comités de
emergencias ha sido más bien de carácter asistencialista y reaccionaria
sin generar procesos continuos de gestión del riesgo, en el que si bien se
tiene identificado y analizado el mismo, no se ha trabajado activamente
con la comunidad en el tema de la reducción o prevención/mitigación, en
razón al carácter inofensivo que la tradición oral le atribuye al volcán,
muy ligada al sentido de pertenencia, a la memoria social y al espíritu
religioso. El tema de la transferencia del riesgo hasta ahora se empieza a
trabajar en las grandes ciudades y especialmente enfocado a terremoto,
por tanto este componente es nulo en este caso y si se aplicara las
primas serían bastante costosas dado el ordenamiento territorial de la
región que cada vez se acerca más al volcán. En lo que sí se ha
avanzado es en el tema de preparación con la realización de varios
simulacros de evacuación, la disposición de por lo menos 17 albergues
temporales y el envío de ayudas humanitarias y medicamentos para las
poblaciones cercanas al cráter.
8 JICA. Estudio para la Prevención de Desastres en el Área Metropolitana de Bogotá en la República de Colombia – Informe final (Principal).
Bogotá D.C.: El autor, 2003. P. 2-28.s en sementeras, oscurecimiento, caída de cenizas sobre la ciudad
de Pasto y otras localidades, así como asombro de la población. En el
año de 1973 se presenta una erupción explosiva en la cual casi perecen
dos agentes de la policía y la destrucción de las instalaciones que la
Policía Nacional tenía ubicada en esa área.
En febrero de 1989, El volcán Galeras emana rápidamente gases y
cenizas; sin embargo, en este caso el daño más grande fue realizado por
la información escandalosa e ignorante de los medios de comunicación
unido al lenguaje oscuro de los vulcanólogos, lo que contribuyó a
aumentar el grado de incertidumbre y tensión. En esta ocasión se
provocó una desbandada de personas hacia otras ciudades y un fuerte
golpe a la economía regional debido a que dinero y documentos de valor
son enviados a otros lugares del país, se cierran las líneas de crédito y el
comercio en general entra en un estado de crisis,7 situación que se repite
desde siempre cada vez que el volcán se reactiva.
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El evento que cobraría por primera vez la vida de personas, ocurriría
durante la realización del Taller Internacional Vulcanológico que se
llevaba a cabo en la ciudad de Pasto y que incluía el ascenso al cráter
del volcán. Este ascenso se realizó el jueves 14 de enero de 1993 y a
las 13:45 se produce una erupción constituida por cenizas y vapor de
agua, en la que desafortunadamente mueren tres (3) integrantes de la
comisión de estudios vulcanológicos y son heridos otros seis (6) quienes
recibieron directamente el primer impacto.
En este caso, como es un evento que aún no ha ocurrido las únicas
pérdidas directas son aquellas mencionadas en los antecedentes, pero
irónicamente sí puedo hablar de pérdidas indirectas, en razón a que cada
vez que el volcán Galeras se reactiva, la ciudad de Pasto deja de percibir
ingresos provenientes de la industria turística, su suelo se desvaloriza y
se pierden competitividad frente a otras ciudades como zona de
inversión. Este efecto no es representativo en la economía nacional, al
ser Pasto una ciudad pequeña comparada con otras ciudades capitales
de departamento, como Medellín, Barranquilla, Cali o la misma Bogotá
D.C quienes concentran el 56% del PIB8. No obstante, un evento
catastrófico en la ciudad de Pasto si podría ser traumático para la
economía de la región al actuar esta ciudad como centro comercial y
distribuidor de mercancías entre el Valle de Anca y Ecuador a través de
la carretera Panamericana e importante destino turístico por la belleza de
los valles que la circundan y el estilo colonial de su arquitectura.
Usualmente, la presencia del gobierno a través de los Comités de
emergencias ha sido más bien de carácter asistencialista y reaccionaria
sin generar procesos continuos de gestión del riesgo, en el que si bien se
tiene identificado y analizado el mismo, no se ha trabajado activamente
con la comunidad en el tema de la reducción o prevención/mitigación, en
razón al carácter inofensivo que la tradición oral le atribuye al volcán,
muy ligada al sentido de pertenencia, a la memoria social y al espíritu
religioso. El tema de la transferencia del riesgo hasta ahora se empieza a
trabajar en las grandes ciudades y especialmente enfocado a terremoto,
por tanto este componente es nulo en este caso y si se aplicara las
primas serían bastante costosas dado el ordenamiento territorial de la
región que cada vez se acerca más al volcán. En lo que sí se ha
avanzado es en el tema de preparación con la realización de varios
simulacros de evacuación, la disposición de por lo menos 17 albergues
temporales y el envío de ayudas humanitarias y medicamentos para las
poblaciones cercanas al cráter.